¿Cómo reutilizar cajas de celulares y revivir el uso del pendrive?
- Lic. Andrea Calderini
- 18 may
- 2 Min. de lectura
Reutilizar las cajas de celulares y pendrives permite reducir desechos y dar nueva vida a objetos tecnológicos.

La reutilización de objetos tecnológicos se presenta como una estrategia efectiva para extender la vida útil de estos elementos y reducir el volumen de residuos que generan. Un ejemplo cotidiano es el de las cajas de teléfonos móviles, que suelen almacenarse sin un uso definido. Estas cajas pueden transformarse en organizadores prácticos y decorativos para el hogar u oficina, mediante técnicas simples como forrado con tela o papel, y disposición creativa de las bases sobre una cartulina rígida.
El proceso de creación de estos organizadores no requiere herramientas especializadas y puede adaptarse al gusto estético del usuario, ya sea con diseños neutros o llamativos. Además, la estructura puede fijarse en repisas o paredes con cinta doble faz, permitiendo un uso funcional y estético en diversos espacios. Este tipo de actividad representa una forma accesible de reducir residuos, fomentar el reciclaje creativo y aportar al cuidado del medio ambiente desde el hogar.
En paralelo, el texto resalta el caso del pendrive como un objeto tecnológico que, a pesar de la aparición de nuevas soluciones como el almacenamiento en la nube, sigue vigente gracias a su versatilidad. Desde su lanzamiento en el año 2000, las memorias USB han evolucionado en capacidad y funcionalidad, permitiendo no solo el traslado de archivos, sino también el uso como llaves de seguridad digital, entornos de rescate ante malware o sistemas operativos portátiles.
El pendrive mantiene ventajas únicas: no depende de conexión a internet, ofrece mayor control sobre los datos almacenados y puede ser utilizado en contextos sin conectividad. Esto lo convierte en una herramienta clave para técnicos, profesionales y usuarios que requieren portabilidad, seguridad y autonomía. También puede ser utilizado como dispositivo multimedia en viajes o lugares rurales, evitando el consumo de datos móviles.
Ambos casos —el organizador con cajas de celulares y el uso extendido del pendrive— evidencian cómo la creatividad y el conocimiento técnico pueden alargar el ciclo de vida de objetos tecnológicos. En un contexto de creciente preocupación ambiental y sobreproducción de residuos electrónicos, estas prácticas no solo ayudan al medio ambiente, sino que también fomentan un consumo más consciente y funcional.
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