top of page

No puedes apagar el incendio solo: Necesitas la ayuda de otros contra la pornografía

En la lucha contra la pornografía, tratar de enfrentarla solo puede sentirse abrumador e ineficaz. Para superarla, es fundamental apoyarse en una red de personas que te brinden orientación, comprensión y fortaleza. Nadie debe enfrentar esta batalla en soledad; juntos, podemos lograr un cambio profundo y duradero.

Imagen de Piero Di Maria. / Pixabay.
Foto: Horacio Olavarría. IG: @horacioof99

—Soy adicto a la pornografía…

Confesó cabizbajo un joven a uno de los líderes de su iglesia. El líder le respondió:—Comprendo, Juan. Gracias por compartir ese secreto conmigo. Por lo que me cuentas, veo que ha aumentado tu ansiedad por consumir material de este tipo. Sin embargo, en esta primera plática quiero que salgas de aquí con esperanza. Nuestro Salvador es el Dios de la esperanza, como afirma Romanos 15:13. Y vamos a caminar juntos con el propósito de verlo restaurando tu vida y la de tu familia…


Si vives una situación parecida, y dudas sobre qué hacer con la adicción a la pornografía, necesitas saber que hay solución para ti. Pero primero necesitas confesar tu pecado. Toda adicción deshonra al Señor y se constituye en la autopista hacia la destrucción (Pr. 14:12).Estas son algunas razones para buscar ayuda ahora:


1) Ya no tienes el control: Cuando presenciamos un incendio a gran escala no intentamos mitigarlo nosotros solos. De inmediato llamamos a los bomberos y organismos de emergencia para que se encarguen. Lo hacemos porque sabemos que es una circunstancia que sale de nuestro control. Así también, una adicción a la pornografía controla tu vida porque tienes una dependencia persistente y compulsiva hacia ella. Ese pecado te domina y se ha convertido en un hábito que guía todo tu día. No puedes medir las consecuencias. Ellas ya no son un freno para ti. Por tanto, reconoce que necesitas que otros te asistan.


2) Confesar tu adicción a la pornografía te conducirá a la libertad: La meta de Satanás es destruirte. Sabe que si logra llevarte a un terreno en el que tus deseos te controlen totalmente, no podrás vivir la vida plena que Cristo te ofrece. Vivirás esclavo del pecado aunque el Señor vino para darnos libertad (Ro. 6:5-6; Jn. 8:31).Sé que estás cansado de las cadenas pesadas que subyugan tu alma. Entonces: ¡confiesa tu pecado! No podrás salir del hoyo sin eso. Cristo nos rescata para que vivamos en sumisa libertad para su gloria.


Síguenos en Whatsapp y en Telegram

Amado, busca ayuda en un confidente confiable y confiesa la lucha que tienes. Proverbios 28:13 declara: “El que encubre sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y los abandona hallará misericordia”. William MacDonald comenta: “No hay bendición para el que encubre sus pecados, esto es, quien rehúsa llevarlos a la luz y confesarlos delante de Dios y cualquier otro al que haya ofendido. Pero todo aquel que confiesa y se aparta de sus pecados tiene la seguridad de que Dios no solo le perdona, sino que también los olvida (Heb. 10:17)”.


3) Evita dañar a quienes te rodean: En el 2007 escuché el testimonio de un líder cristiano que fue adicto a la pornografía. Captó mi atención el daño de esa adicción en su relación con su esposa y amigos. Él relató que cuando pensó en tocar sexualmente a su hija se dio cuenta de su urgente necesidad de buscar ayuda. Gracias a Dios, él pudo contar este testimonio porque fue restaurado. Es ingenuo pensar que eso no pueda ocurrirte. Así que, reflexiona sobre las repercusiones de tu pecado en tus seres queridos. Si no buscas ayuda pronto, de alguna manera tu adicción se hará pública y dañará más a otros. Nuestro Dios, previendo también los daños colaterales que provocan nuestros pecados, nos invita en Isaías 1:18: “Vengan ahora, y razonemos, dice el Señor: ‘Aunque sus pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán’”.


4) Cristo no nos deja solos: Permíteme concluir animándote a que durante este viaje de restauración tengas estas verdades en mente: La iglesia local es el lugar para buscar ayuda. “Por tanto, confiésense sus pecados unos a otros, y oren unos por otros para que sean sanados. La oración eficaz del justo puede lograr mucho” (Stg. 5:16). La gracia de Cristo es suficiente. El favor que Dios otorga es inmerecido. Pablo destaca: “…pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia” (Ro. 5:20).Cristo cargó con tus pecados. Pedro nos recuerda que “Él [Cristo] mismo llevó nuestros pecados en Su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por Sus heridas fueron ustedes sanados” (1 P. 2:24).Cuando el pecado se vuelve un hábito perdemos el temor a Dios y eso nos insensibiliza. Nos hace olvidar el amor, cuidado, y la salvación que Dios nos da. Sin embargo, vuelve a Él en arrepentimiento confiando en sus fuerzas para hacerlo (Heb. 2:18).No trates de apagar el incendio sin ayuda. Acude a tu Salvador y a tus hermanos en la fe. ¡Honremos a Dios con nuestros cuerpos y demos testimonio al mundo de su poder transformador!



LIBRO RECOMENDADO DE LA SEMANA

La mortificación del pecado (Inglés moderno) | John Owen


El clásico puritano de John Owen, La mortificación del pecado, es ahora accesible a los lectores de hoy en esta traducción y adaptación de su texto original en inglés de 1656 al inglés moderno. Owen explica de manera experta cómo hacer morir el pecado a través de la fe en Jesucristo. Él nos dice por qué es importante para el cristiano matar el pecado en su vida, qué significa matar el pecado y por qué solo un cristiano puede hacerlo. Él muestra por qué el pecado solo puede ser condenado a muerte por el poder del Espíritu Santo, disponible exclusivamente a través del evangelio de Cristo. "Esté matando tu pecado o tu pecado te estará matando". Cada uno de nosotros está en una batalla de vida o muerte con el pecado. Es una batalla que no puede ser ganada por la fuerza de voluntad o las obras, sino solo por el poder del Espíritu Santo, quien trae la cruz de Cristo a nuestros corazones con todo su poder para matar el pecado. Aunque nunca estaremos completamente libres del poder del pecado que mora en este mundo, La Mortificación del Pecado nos da a todos nosotros una hoja de ruta para la victoria sobre el pecado disponible para nosotros en el evangelio de Cristo. Amazon.com




Comentarios

Obtuvo 0 de 5 estrellas.
Aún no hay calificaciones

Agrega una calificación
bottom of page