Para recordar: Diputados aprueban modificación de la CN que blinda a criminales
- Semanario Veritas
- 25 abr
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En el año 2021, a raíz del escándalo producido por Anthony Blinken, secretario de estado norteamericano y su declaración sensata sobre el prontuario de Ulises Quintana, diputados aprovecharon la crisis sanitaria, cantando el famoso "juguemos en el bosque, mientras el lobo no está", y aprobaron la modificación del Art. 201 de la CN sobre la pérdida de investidura, estableciendo un doble cerrojo para una posible expulsión de sus miembros, que lo sufrimos hasta el día de hoy.
Para entender mejor el panorama, y rápido; el exdiputado Ulises Quintana, tentáculo de la narcopolítica en el Congreso, y su esposa, Mirtha Fariña, fueron catalogados por el mismo Gobierno de los Estados Unidos como "personas significativamente corruptas", lo cual imposibilita al político colorado a ingresar a EEUU y utilizar su dinero allí. Anthony Blinken, exportavoz del Gobierno de Biden, asegura que Quintana "participó en actos que contribuyeron a la delincuencia organizada transnacional, socavaron el estado de derecho y obstruyeron la fe del público en los procesos públicos".
Esto, obviamente, significa que existieron fuertes argumentos para expulsar a Quintana de cualquier cargo público ipso facto, por representar una vergüenza para el país en materia política, pero como ya estamos acostumbrados al "poder detrás del poder", existieron - y existen - alternativas que mantienen la estructura criminal estatal intacta.
El día miércoles 06/04/2021 se desarrolló una sesión en la Cámara de Diputados, donde no podía ser de otra manera: Se aprobó la modificación del Art. 201 de la Constitución Nacional sobre la pérdida de investidura; una ley que es casi imposible de aplicar, donde se establece que para presentarse un pedido de pérdida de investidura se necesitará un tercio de los miembros de la Cámara y para aprobar la destitución se tendrá que tener una mayoría de dos tercios, todo esto a las 16:00 hs.
Ni siquiera los reclamos justificados de un indignado exdiputado Sebastián Villarejo valieron para revertir este despropósito, gritando que todo esto se estaba gestando a escondidas y con intereses turbios.
Y como era de suponerse, todo este teatro se hizo sin queja ni cobertura alguna por parte de la prensa conglomerada...
Y nosotros los ciudadanos, luego de que las restricciones y los decretos mitigaron con éxito el fuego de nuestras manifestaciones en aquel entonces, tampoco pudimos "estar en el bosque" para impedir el juego. Prohibido olvidar.
Ulises Quintana, en resumen:
Ulises Quintana, exdiputado colorado por Alto Paraná, fue procesado por el Ministerio Público paraguayo en el marco del Operativo Berilo, una investigación contra el narcotráfico y el lavado de dinero. La Fiscalía lo acusó de haber facilitado, desde su rol parlamentario, actividades ilícitas del presunto narcotraficante Reinaldo “Cucho” Cabaña, incluyendo la liberación de USD 184.000 que se habrían destinado a la compra de cocaína. Además, enfrentó cargos por asociación criminal y lavado de dinero, sumándose posteriormente el uso indebido de influencias.
El proceso judicial contra Quintana ha estado marcado por múltiples postergaciones debido a recusaciones y estrategias procesales. Aunque fue detenido preventivamente en 2018, en enero de 2025 se le otorgó libertad ambulatoria, con la restricción de no salir de Asunción. Quintana ha sostenido que las acusaciones en su contra son de tinte político, y ha continuado con su actividad pública, incluso presentándose a cargos electivos. El caso sigue abierto y pendiente de juicio oral.
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