Desfile en Pekín: Exhibición de poderío bélico y desprecio a las libertades individuales
- Semanario Veritas
- 7 sept
- 2 Min. de lectura
China realizó un imponente desfile militar en Pekín con la presencia de líderes y representantes de países aliados. El acto, que buscó mostrar el poderío del gigante asiático, se desarrolló en un contexto de fuertes cuestionamientos internacionales por la ausencia de libertades individuales en el país.

En la histórica Plaza de Tiananmén, y en el marco del 80vo aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, el gobierno chino organizó un masivo desfile militar que incluyó la exhibición de misiles hipersónicos, drones de combate y vehículos blindados de última generación, además de la participación de más de 10.000 soldados. El evento, de gran repercusión internacional, fue seguido de cerca por delegaciones diplomáticas y mandatarios de países de África, Asia Central y América Latina que mantienen estrechos vínculos con Pekín.
Entre los invitados estuvieron presentes líderes de Rusia, Irán y Corea del Norte, así como representantes de organizaciones regionales vinculadas a la iniciativa de la Franja y la Ruta, el megaproyecto de infraestructura con el que China busca ampliar su influencia global. La ausencia de representantes de potencias occidentales, en cambio, reflejó las tensiones crecientes entre el gigante asiático y Estados Unidos, además de la Unión Europea.
El presidente Xi Jinping encabezó la ceremonia, destacando que el desfile simboliza la “determinación del pueblo chino de salvaguardar su soberanía y construir un futuro de prosperidad compartida”. La puesta en escena reafirma el liderazgo del Partido Comunista en un momento clave, marcado por la competencia geopolítica con Washington y los reclamos internacionales sobre derechos humanos.
A pesar de la imagen de unidad proyectada, diferentes organizaciones recordaron que la población china vive bajo un régimen de control estricto. La censura en internet, la vigilancia digital, las restricciones a la libertad de prensa y la falta de una oposición política legalizada son algunos de los aspectos que generan preocupación en la comunidad internacional. Asimismo, se mantienen las denuncias por la situación en Xinjiang, donde activistas y exiliados denuncian represión contra la minoría uigur, y en Hong Kong, donde las libertades han quedado reducidas tras la imposición de la Ley de Seguridad Nacional en 2020.
El desfile no solo buscó reforzar el poder interno del Partido Comunista, sino también enviar un mensaje hacia el exterior: China pretende consolidarse como potencia militar y política de alcance global. Sin embargo, el debate sobre el costo en términos de libertades individuales sigue abierto y plantea un contrapunto constante entre el progreso material del país y la ausencia de garantías democráticas.
Fuentes: apnews.com / reuters.com








Comentarios