Crece el debate por el proyecto de 40 horas laborales
- Lic. Andrea Calderini
- hace 12 horas
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El proyecto que plantea reducir la jornada laboral genera debate entre quienes valoran sus beneficios sociales y quienes temen sus efectos económicos.

El proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales ha generado un debate nacional entre quienes lo apoyan por sus beneficios sociales y quienes temen sus efectos económicos. En la primera audiencia pública organizada por el senador José Oviedo, se destacó la necesidad de actualizar la normativa laboral vigente desde 1936, adaptándola a los tiempos actuales, donde varios países ya implementaron o se encaminan hacia jornadas reducidas.
El proyecto no se plantea como una medida populista, sino como una propuesta técnica basada en estudios y encuestas sobre su posible impacto. La intención es implementar esta reducción de forma gradual, sin afectar los salarios, y considerando factores como el deficiente transporte público y la baja cobertura de la seguridad social. Se señaló que el 70% de los países del mundo trabaja 40 horas o menos, lo cual ha demostrado mejorar la calidad de vida y la productividad.
Entre los beneficios esperados, se citan mejoras en la salud mental, más tiempo para la familia, oportunidades de formación y generación de nuevos negocios. Se mencionó además que el sistema de salud podría verse menos saturado al reducirse enfermedades asociadas al estrés laboral. La medida busca también fomentar una cultura más equilibrada entre trabajo y vida personal.
No obstante, gremios empresariales expresaron su rechazo al proyecto, argumentando que el costo de contratar más personal se trasladará al consumidor. Representantes del sector comercial y de mipymes alertaron sobre el impacto negativo en los precios y la informalidad laboral. También señalaron que el país carece de condiciones estructurales como educación, salud y transporte adecuados para implementar una medida de este tipo sin consecuencias adversas.
Se coincidió en la necesidad de un debate amplio y multidisciplinario. Mientras algunos, como las centrales sindicales, valoran positivamente la iniciativa, advierten sobre la débil capacidad del Estado para fiscalizar el cumplimiento de las leyes laborales. Otros, como representantes empresariales, consideran que Paraguay aún no está preparado para una jornada reducida, y que el verdadero camino hacia una mejor calidad de vida pasa por la inversión en tecnología, infraestructura y capacitación.
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