La difusión del Evangelio puede cambiar vidas

Por Diego Falcón

Pablo había llegado a Tesalónica, y por un período corto predicó sobre las profecías que hablaban de los sufrimientos que el Mesías debía padecer, pero que iba a resucitar de entre los muertos. Y declaraba que Jesús era el Cristo, el Mesías profetizado. Algunos judíos creyeron, también creyeron los griegos piadosos, y mujeres nobles en buena cantidad, y se juntaron con Pablo y Silas.

Foto: Multimedia de WIX.

Pero no hallándolos, trajeron a Jasón y a algunos hermanos ante las autoridades de la ciudad, gritando: Estos que trastornan el mundo entero también han venido acá (Hechos 17:6).

Pablo y Silas marcaron una gran diferencia al llegar a Tesalónica, no se avergonzaron del Evangelio, predicaron de Cristo, muchos creyeron, pero al mismo tiempo se levantaron opositores, judíos que no creían y se resistían a escuchar de Cristo, también tenían celos porque estaban perdiendo poder e influencia sobre el pueblo, y eso les enfurecía. Estos judíos enfurecidos declararon una gran verdad sin saberlo: "estos que trastornan el mundo entero han venido acá ". La difusión del evangelio por todo el imperio romano impactó tanto y fue el comienzo de un movimiento que cambiaría el rumbo de la historia en todos los sentidos.

Pablo y sus compañeros llegaron a un lugar donde las personas ya tenían su propio estilo de vida y sus propios conceptos, ahora, también nosotros tenemos y hemos adoptado ciertas características "especiales" con el correr del tiempo, hemos formado nuestro carácter, y también hemos fortalecido en nosotros ciertas culturas de nuestros antepasados o de nuestros padres, ejemplo: cultura religiosa, estilo de vida, conducta, educación, pochy rei (enojarse con facilidad), hablar mal de las personas, desconfianza exagerada, machismo, violencia, huir y no dialogar ante un acontecimiento adverso, si nuestros padres fueron sociópatas inconscientemente lo adoptamos, temor extremo, entre otras cosas que podríamos citar.

La predicación del Evangelio (Buenas nuevas o Buenas noticias) produce cambios en la vida de la persona que lo recibe como una persona sedienta. El saber, reconocer y aceptar que Cristo murió en la cruz por la humanidad caída produce reconciliación con Dios el Padre, nos liberta de la esclavitud del pecado y nos libera de la condenación y sufrimiento eterno. La obra de Cristo, produce cambios radicales en la vida de la persona, es Él obrando internamente en cada vida que decide entregarse a Él.

El Reino de Dios tiene valores diferentes a lo que las personas están acostumbradas:

1) Los primeros serán últimos, y los últimos serán los primeros.

2) Mejor es dar que recibir.

3) El humilde será exaltado.

4) El morir es ganancia.

5) En Cristo Jesús el menguar produce crecimiento.

6) Perdonando uno es libre.

7) Vivir de rodillas: es vivir en victoria.

8) No debemos pagar mal por mal.

9) Debemos orar por nuestros enemigos.

10) Debemos bendecir a los que nos persiguen.

11) Debemos vencer el mal: con el bien.

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¿Estamos juntos en verdad?: Un protestante analiza el catolicismo romano

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"La verdad es preciosa, porque nos hace libres" (Jn 8:31-32).

"En la iglesia de Cristo, nuestra unidad gira alrededor del conocimiento de nuestra fe" (Ef. 4:12-13).

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