Influencers: El afán de ser ricos, famosos y carentes de contenido
- Semanario Veritas
- 12 jul
- 2 Min. de lectura
Por Pablo Cristaldo
Temas intrascendentes que no edifican ni instruyen al público, ediciones de video que no dejan entrever ningún lapsus, lenguaje soez, vulgaridades, son algunos ingredientes con los que cuentan los canales más vistos.

Asomados a las pantallas, sentados frente a escritorios demás juveniles, hablando a una cámara réflex y con una energía desbordante, poses, historias, y bromas, amenizan el rato los influencers. La mayor parte son jóvenes, como su público. Son los que generan sus propios contenidos y que son seguidos a diario por miles de fans. Han conseguido hacer de su hobbie un medio de vida. ¿Se le puede llamar profesión? El tiempo lo dirá. De momento consiguen ganar dinero basándose en contenidos propios, utilizando pocos medios y creando una comunidad de seguidores que ya quisieran alcanzar muchos creadores de contenidos tradicionales.
Las horas que dedican a ver la televisión los jóvenes entre 13 y 24 años bajó en 2016 hasta las ocho horas semanales según un estudio realizado por la productora digital DEFY Media. Por el contrario, las que pasan viendo plataformas de vídeo han aumentado hasta doce. Hay un dato más significativo todavía sobre la implicancia de este tipo de ocio, un 67% afirma que no podría prescindir de las redes pero solo el 32% considera la televisión necesaria para consumirla en su tiempo libre, por lo que hoy por hoy, plataformas como Youtube, Instagram o TikTok, tienen mucha cabida en el contenido que diariamente consume un joven en el rango de edad citado.
Los ingresos de un influencer se establecen en función de su reputación en la plataforma. El número de reproducciones (views) de un vídeo, el número de suscriptores a su canal, las campañas publicitarias, son variables que influyen en las cantidades que perciben. Un youtuber de rango alto puede generar hasta 500 mil dólares mensuales con su contenido.
Los géneros pueden variar de acuerdo con lo que se publica. Por ejemplo existen los gameplays, bromas, retos, bailes, unboxings, lifestyles, etc. El problema es que la gran mayoría de estos contenidos carece de profundidad y relevancia.
Lo más preocupante es que los jóvenes, quienes deberían estar preparándose para un futuro cada vez más delicado y difícil, están perdiendo el tiempo alimentándose de contenido de personas, que tal vez tengan menos instrucción productiva que el mismo suscriptor. No hay nada de malo con disponer de un momento de ocio, pero a juzgar por los tiempos en los que vivimos, hasta para eso deberíamos ser más suspicaces y atentos.
No hablo de todos los youtubers o influencers, sólo de algunos. Afortunadamente existen quienes velan por sus propias consciencias y se resisten en subir a las plataformas contenido vacío, esmerándose más en investigar y aportar.
Tal vez ser un influencer sea un negocio rentable, y sea más que justo premiar la locuacidad, algún talento natural, el sentido del humor o las habilidades en iluminación y edición de video, pero yo, personalmente, no quiero que un "like" o "view" mío financie la ignorancia, por más que esto sea nada más una ínfima parte de toda la maquinaria.
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